¡¡ Era un gran hombre con una alegría que brillaba como la luna, que al pasar
por un rosal las rosas marchitas se levantaban de su tumba brillando sin cesar,
hasta que un día llego un anciano con mucha negatibidad siempre era angustiado,
preocupado, maldiciendo las cosas, el hombre es cuchaba sin parar, el se acerco y le dijo te puedo ayudar, con tu negatibidad puedes ser un hombre alegre, feliz, amable, y el anciano le decía yo no puedo cambiar siempre he sido un hombre frió, amargo, nadie podrá contra mi y fue pasando el tiempo; el anciano que decía no puedo cambiar ahora leda gracias a el hombre de cambiarle la vida, ya no se angustia, solo canta sin parar con los pájaros del jardín, así es como el hombre le cambia la vida a un anciano.
"como la noche al día
sigue el pasar ala alegría !!
Diana Alexandra Cardona 11-a