Estaba juana martínez con su cabello rubio y corto de cuerpo delgado rodeada de las atenciones de su madre pero también de su estricta manera de cuidarla, Vivían en una casa en el campo su madre tenía un buen empleo con el cual satisfacía las necesidades y gustos de su hija.
Juana estaba aburrida de que su madre la protegiera y le prohibiera varias cosas, a los días juana tiene una fuerte discusión con su madre y decide irse a la ciudad y buscar una nueva vida rodeada de libertad con la suerte que contaba con 18 años de edad.
Al llegar a la ciudad juana se instala en una pequeña habitación y sale a buscar un empleo, pero sos intentos son inútiles y no logra conseguir nada, Las personas no eran amables como en su tierra, no conocía a nadie, pronto se queda sin recursos y cuando llegaba a la habitación en la cual sobrevivía y solo encontraba enlatados comida fría que poco a poco se terminaban, seguía fallando en su búsqueda de empleo lloraba mucho y extrañaba las comidas de su madre y las comodidades que ella le brindaba.
Juana se encuentra sola sentada en un andén se le acerca una señora cerca de 70 años de edad, juana estaba llorando y la señora amablemente le preguntó qué le pasaba y juana le cuenta su historia.
La señora solo le dice a caballo regalado no se le mira el colmillo, juana levanta la cabeza y la señora no estaba había desaparecido
Este refrán la hizo reflexionar profundamente y hace que juana vuelva a casa al entrar allí su mamá la recibe con un abrazo y una frase en su oído vuelve el perro arrepentido con el rabo entre las patas
LAURA RAMIREZ Y VANESSA PARRA 11-B