"Si necesitas drogas para disfrutar de la vida es que aún no has encontrado las actividades sanas que te harán disfrutar de la vida."
Bueno, bueno. Me he dado cuenta de que soy como el drogadicto que alega con fervor que ha superado su vicio; que ya no sufre de una castrante dependencia que lo aferra a la negación y al desprecio por su existencia. Pero que, en el fondo sabe más que nadie que a la más mínima incitación, volverá a recaer en su problema. Él sabe que su droga no pierde el sueño por su sentir. Su vicio es insensato, cruel, egoísta y despiadado. No le importa dañar la vida de su consumidor, ni destruir su cordura y temple con falsos momentos de euforia. Solo ronda por el mundo sin saber lo que causa su presencia. Así eres tú. Ya no te quiero más en mi cabeza. No quiero más tu recuerdo triturando mis ganas de vivir. Te odio. Me odio. No puedo con esto.